miércoles, 23 de febrero de 2011

Perro Feliz - Parte I

     "Un perro no puede ser feliz..." ...fue la sentencia del profesor de filosofía a la pregunta de una amiga en la primer clase de la materia, según recuerdo, hace ya un buen tiempo. Su padre (del profesor) había fallecido en navidad; sentí una mezcla de tristeza/temor por él/mi. Pero hoy no quiero debatir si el perro puede o no ser feliz, no es el momento. Quiero algo más ambicioso: ¿Es ud. lector(a) feliz?




     Ver a este perro practicar parkour me hace feliz y me hace creer que él es feliz. Acepto que incluso yo evado la pregunta cada vez que despierta en mi cabeza por miedo a encontrarme con un rotundo "NO". Nos levantamos, desayunamos, defecamos (no en ese preciso orden o todo por separado). Nos aseamos, vestimos, perfumamos. Salimos, trabajamos, estudiamos, vagamos. Nos enajenamos. Ya autómatas nos evadimos de nuestros propios pensamientos y preguntas.

     Envidio a "Tret". Siempre quise practicar parkour. Pero no nos salgamos por la tangente; seamos valientes. Si la respuesta fue "NO" piense por qué no lo es y en aquello que le puede convertir en un "SI!!". Sería conveniente hacernos constantemente esta pregunta y si muchas veces seguidas es negativa la respuesta proponernos a cambiar algo por salud propia y del mundo (perderíamos mas engañándonos...).

     En lo particular jamás pensé encontrar un perro haciendo semejantes prodigios (otro motivo para creer en la reencarnación... pero eso merece un post aparte...) y no luce obligado. ¿Estamos obligados a hacer algo para complacer a los demás acaso? (benditos protocolos sociales)

     Una vez que se ha hecho (y contestado la pregunta) tiene mi bendición para preguntarse cosas "menos trascendentes" como si un perro puede ser feliz. A mi me parece que él lo es pero obviamente nunca ha llevado una clase de filosofía......................... al menos con el mismo profesor que yo........

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