Hace ya un tiempo que perdí la costumbre de compartir cosas en
facebook, twitter y las redes sociales en general. Básicamente las uso para recordar información que podría
perderse si se dañaran los archivos de mi computadora, llegaran a
desaparecer mis pertenencias o mi memoria llegara a faltar (teniendo la
ventaja de que a alguien más le pueda ser útil o cuando menos
interesante, las publicaciones que a mi me valen un tanto) además de
mantener cierta relación con personas que ya no frecuento y de las
cuales todavía tengo el cuidado e interés de conservar contacto.
Pero, por primera vez en ya demasiado tiempo me encontré con un artículo
que me produjo una emoción que pensé que ya nunca iba a sentir, un
miedo, un terror genuino, de ese que trae a cuestas una ansiedad y un
vacio, y quise compartirlo, como se supone que hace la gente en esta red
social, y dejar registro de ello.